viernes, 4 de octubre de 2013

¿ PARA QUE DIOS NOS PUSO LIMITES ?



Poner límites no es fácil. A veces nos confundimos con poner límites y ser amargados o no ser lo suficiente amigables. Todos queremos que otros nos quieran, ¿Pero a qué costo? 


La Biblia nos muestra un principio importante para esto, que me sirvió mucho en los momentos que me sentí que alguien estaba usando mi amistad o a mi persona en algún sentido. Y tiene que ver con los pincipios de Dios. 

Con poder vivir dentro de los mismos. Es como si viviéramos dentro de una cerca de madera. Es por nuestro propio bien. Tienes las posibilidad de salir por la puerta, pero eliges permanecer dentro. Y eso también pasa con los límites que Dios nos marca. Son por nuestro bien.

Salmo 91: Los que viven al amparo del Altísimo encontrarán descanso a la sombra del Todopoderoso. Declaro lo siguiente acerca del Señor: Sólo él es mi refugio, mi lugar seguro;él es mi Dios y en él confío.

A simple vista quizá no puedas darte cuenta que una de las cosas que está hablando este versículo es de poner límites. Si tu pones un cerco al rededor de tu casa, no vendrán perros ajenos a hacer pupu allí dentro. Pero si no lo pones y vienen los perros, ya no es su culpa sino la tuya.

Esta fue una verdad que me costó aprender.

Esto se aplica en los limites de las relaciones por ejemplo. 


Para que sean sanas es importante que cada una tenga sus límites. Y los límites dependen de ti.

Puede que estés tomando mal esto, y que desde ahora pienses que tienes que ser un “fuerte andante”. Ser rudo, pesado, no preocuparte por los demás. Pero esa tampoco es la solución, ya que los fuertes solamente se usan cuando “estamos en guerra”. Y uno no puede vivir en guerra.

Hay algunas cosas básicas que nos muestran a través de diferentes lugares de la Biblia con respecto a este tema:

1- El es tu refugio, en el puedes confiar.

2- Pon límites, crea tus cercos, y abre tus puertas cuando lo desees. Sino te sentirás usado.

3- Las relaciones pueden ser complicadas, pero en El encuentras refugio, búscalo cuando tengas que meditar en que momentos es bueno que abras la cerca y en cuales no.

4- Los límites que Dios nos pone son para nuestro bien, y siempre que lo uses terminarás ganando.

¿Cuál es la manera en la que Dios quieres que te relaciones? ¿Y con quien? Eso depende también de lo que El vaya trabajando contigo.

Esto es como cualquier otro tema. Mientras puedas permanecer dentro de las cercas que Dios puso a tu alrededor y respetar sus límites, en tus relaciones, tu trabajo, tus palabras, tus pensamientos. Entonces estarás haciendo lo que El quiere para ti, personalmente.

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