miércoles, 16 de octubre de 2013

LA CRISIS DE LOS 6 AÑOS



¿Vuestro hijo de 6 años ha cambiado y no sabéis porque? ¿Observáis que su comportamiento ha cambiado, que para algunas cosas es un niño muy maduro y responsable, pero de repente sin más ni más se enrabieta y se rebela para imponer su voluntad?

Muchos padres sentiréis que refleja lo que os pasa con vuestros hijos y estaréis preocupados. Para vuestra tranquilidad, lo que a vuestros hijos le ocurre tiene nombre, y sencillamente es una nueva etapa en su crecimiento, y es conocida como la adolescencia infantil.

Vuestros hijos cambian de etapa y con ello veréis muchos cambios. Dentro del desarrollo del niño, es una etapa de transición que conlleva una serie de reacciones fisiológicas y psíquicas.

La transformación física es más que evidente, ya que algunos pierden las formas de la primera infancia, al estirarse y adelgazar. Su desarrollo muscular y óseo les permite una resistencia física que parece inagotable, especialmente en los chicos. Por ello, es un buen momento para iniciar a vuestros hijos en algún deporte. Algunos niños aún no tienen la lateralidad afianzada y ejercicios físicos como la natación, ciclismo, patinaje, tenis,… podrían ayudarles a definirla de una forma natural.

La transformación psíquica es debida al acelerado desarrollo de su sistema nervioso, ante el cual el niño reacciona con todo su cuerpo, atravesando todo el espectro de emociones. Ello nos confundirá porque de repente reirá y llorara hasta perder el control, no aceptara la autoridad, querrá imponer su voluntad sobre la de los demás y además con una actitud desafiante.

A estas alturas pensaréis que está bien poner nombre a lo que le ocurre, pero os preguntaréis…

¿Qué es lo que podemos hacer?

En nuestra mano está contribuir a pasar esta etapa de la mejor manera posible. Tendréis que tener mucha paciencia, cariño y exigencia.

Hay que tratar de comprender su situación e intentar ofrecer seguridad teniendo unos buenos hábitos y rutinas. Regalar un reloj es una buena opción, ya que el niño podrá ver cómo trascurre el tiempo y además de darle mucha seguridad, os ahorraréis un montón de discusiones.

Aunque en ocasiones cueste, tendréis que procurar mantener el ánimo tranquilo y ceder en lo que no sea esencial.

El momento de acostarse podría ser un buen momento para además de rezar, crear un hábito de confidencias entre padres e hijos, donde podremos enseñarle a reflexionar sobre su comportamiento. Lo ideal sería que comenzarais vosotros contándole como ha transcurrido vuestro día para que acto seguido el mismo comience a contaros el suyo. Crear un hábito de confidencia resultará más adelante inestimable.

Por otro lado, será positivo que empiece a crear un interés por la lectura. Lo ideal sería acercarse a la biblioteca más cercana de casa, para que la conozca y sepa que existe la posibilidad de tomar prestado un libro que el elija por un periodo de tiempo. El tendrá el encargo de recordaros que hay que devolver el libro a la biblioteca. Si tenéis hijos mayores y con deberes, podrán estar en el aula de estudio habilitado para “mayores”, mientras que a la vez, podréis dedicar tiempo a crear un interés por la lectura al pequeño.


Como ya hemos comentado antes, el activismo a los 6 años es una característica de esta etapa. A estas edades los niños están muy abiertos a jugar a cualquier deporte, por lo que sería interesante que les proporcionéis diferentes opciones para que el descubra por sí mismo, que es lo que más le gusta. 

Hasta ahora hemos hablado de actividades deportivas, pero no debemos olvidarnos de otro tipo de actividades culturales, como el arte y la pintura.

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