martes, 14 de enero de 2014

EL PODER DE LA MUSICA




Dice el refrán que “la música amansa a las fieras”. Una máxima que apela al poderoso efecto que una melodía puede tener sobre nosotros. A quien no le ha pasado esto alguna vez. Andas por la calle, sumergido en tus problemas del día a día y de pronto escuchas una canción. Un par de acordes son suficientes para iniciar un viaje en el tiempo y traer al presente ese recuerdo que pensabas ya olvidado. Una simple melodía ha sido capaz de despertar tus emociones, de sacarte una sonrisa y de aparcar por unos minutos los quebraderos de cabeza cotidianos.

Oscar Wilde decía que “el arte de la música es el que más cercano se halla de las lágrimas y los recuerdos”. Pero la música es un recurso que podemos utilizar, no sólo para despertar nuestros sentimientos, sino también para favorecer nuestro aprendizaje y mejorar nuestra memoria. Estas conclusiones son fruto de los diversos estudios que investigadores de todo el mundo han llevado a cabo para esclarecer el poderoso efecto que esta manifestación artística tiene sobre nosotros.

LA MÚSICA UN RECURSO PROVECHOSO

Investigaciones recientes han demostrado que la música activa grandes áreas del cerebro. Estos datos se desprenden del estudio llevado a cabo por Alluri y destaca que cuando escuchamos una melodía se activan algunas áreas de nuestro cerebro como son la auditiva, la límbica y la motora. Esta estimulación cerebral se produce independientemente del estilo musical que estemos escuchando.

Dice el cantautor argentino, León Gieco que “la música es una cosa amplia, sin límites, sin fronteras, sin banderas”. Quizá esa universalidad hace que la música puede ser aprovechada también como un valioso recurso para mejorar nuestro aprendizaje de lenguas extranjeras. A esta conclusión llegó Ludke tras observar a un grupo de personas que estaban estudiando Húngaro. La experiencia reveló que los alumnos que aprendían este idioma cantando frases obtenían mejores resultados que aquellos que se limitaban a repetirlas sin más. Estudios de este tipo llevan a los investigadores a plantearse que la música proporcione un plus adicional a nuestro cerebro que le ayuda a mejorar la memoria.

MÚSICA PARA VIAJAR EN EL TIEMPO

Otra revelación científica viene a confirmar un hecho que todos hemos dado por sentado siempre. Para viajar en el tiempo, uno de los billetes favoritos que utilizamos es la música, sobre todo, cuando queremos evocar los recuerdos de nuestra adolescencia, una de las etapas que más marcan la vida de una persona. Según datos publicados por Krumhansl & Zupnick, escuchar melodías de nuestra adolescencia nos hace transportarnos en el tiempo de manera instantánea. No es preciso escuchar nuestra música favorita para iniciar este viaje por nuestra memoria, sino que es suficiente con oir las notas de cualquier canción que asociemos a esta etapa de nuestra vida.

Según Khumhansl “la música transmitida de generación a generación le da forma a nuestros recuerdos autobiográficos, preferencias y respuestas emocionales, un fenómeno que llamamos golpes de reminiscencia. Estos nuevos hallazgos señalan la influencia de la música en la niñez”.

Por tanto, disfruta y sácale provecho al poderoso efecto de la música. Pues como decía Nietzsche “sin música la vida sería un error”.


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