¿Cuándo empieza la vida, durante la concepción, o cuando comienza el latir del corazón del bebé? Si un feto no puede vivir fuera del cuerpo de su madre se le puede considerar un ser viviente con derechos?
Es aceptable dejar que un enfermo sufra, o podemos ayudarle a morir piadosamente, practicando la eutanasia?
Estas interrogantes están afianzados en campañas globales que tratan de sugerir que debemos “administrar” la población mundial para alcanzar como sugieren las Naciones Unidas un estilo de vida sostenible.
Según Eco Inteligencia una organización que promueve este concepto en el 1986 la Organización Mundial de la Salud (OMS) definió el concepto de estilo de vida como una forma general de vida basada en la interacción entre las condiciones de vida en un sentido amplio y los patrones individuales de conducta determinados por factores socioculturales y características personales. Se agrega a esto el concepto de estilos de vida “sostenibles” que se refiere a los patrones de comportamiento determinados por las necesidades personales, deseos, motivaciones e interacciones sociales, condicionadas por contextos ambientales y socio-económicos que apuntan a mejorar el bienestar y la salud de las generaciones presentes y futuras.
Nos quedamos cuestionando si las decisiones o interrogantes que nos hacemos ¿están basadas en la influencia de estas campañas o son fruto de nuestro criterio personal?.
Y mientras el mundo continua dando vueltas y vueltas buscando soluciones a preguntas como estas, la respuesta más sencilla pero significativa se encuentra en estas palabras. “En el principio creo Dios…” (Gen 1:1)
Así es las respuestas que busca la humanidad a todas sus interrogantes, se pueden contestar con 5 palabras, “En el principio creo Dios”…
Dios creó al hombre a su imagen y semejanza. Lo hizo un ser pensante, creativo, inteligente, y le otorgo el dominio de su propia voluntad. En otras palabras le dio la habilidad de tomar sus propias decisiones, para bien o para mal. Dios no violento la voluntad del hombre. Lo que hizo fue mostrarle que habían dos caminos uno le traería buenos resultados y el otro no. “ He aquí yo pongo delante de ti la vida y la muerte, escoge la vida” (Deut. 30:15).
Al comprender este principio, podemos retomar de nuevo las preguntas que provocan tantas discusiones en las cortes jurídicas, en los centros de educación, en los medios y a veces en nuestras propias mentes. Empezando talvez con ¿cuándo comienza la vida?.
La Biblia dice “aunque en lo intimo me diste forma, y en lo más secreto me fui desarrollando, nada en mi cuerpo te fue desconocido. Con tus propios ojos viste mi embrión; todos los días de mi vida ya estaban en tu libro; antes de que me formaras, los anotaste y no falto uno solo de ellos.” (Sal 139:15).
Antes de ser “formados” mientras el embrión se desarrolla ya Dios tiene los días de nuestra vida documentados. El dio planes a nuestra vida antes de nuestro nacimiento. Una vida la cual el ser humano tiene la opción de traer al mundo.
Escoger vida es una decisión que tal vez no encaje con los planes de un criterio global de vida sostenible pero ¿encaja con los planes de Dios? Sí encaja perfectamente bien.
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