miércoles, 30 de abril de 2014

LA FORMULA DEL FRACASO - Por: Yesmin Teme



Los proyectos, emprendimientos, nuevos ministerios, una nueva relación, nuevas puertas que se abren, nos emocionan y nos incentivan a poder seguir adelante. Y hay algunos que funcionan y otros que no. El éxito no está en todos ellos, ni en todas las cosas que comencemos.

Pero la diferencia entre el éxito y el fracaso es quien este en tu barca.

Mateo 8:23-27

“Y entrando él en la barca, sus discípulos le siguieron.Y he aquí que se levantó en el mar una tempestad tan grande que las olas cubrían la barca; pero él dormía.Y vinieron sus discípulos y le despertaron, diciendo: !!Señor, sálvanos, que perecemos! El les dijo: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y al mar; y se hizo grande bonanza.Y los hombres se maravillaron, diciendo: ¿Qué hombre es éste, que aun los vientos y el mar le obedecen?”

El primer interesado en que aprendas algo es Jesús. Y en el viaje de tu aprendizaje el primero es Jesús: “entrando el en la barca sus discípulos le siguieron.” Asegúrate que Él entre primero en cualquier cosa que emprendas.

•Él exige de nosotros que tengamos confianza en cualquier cosa que hagamos y que Él vaya primero.

• Si Él no va primero, no lo dejes a cargo cuando no le invitaste a subir en tu barca. Cuando los fracasos se avecinan.

•La profesión de muchos de ellos era ser pescadores, era lo que mejor hacían. Pero aún ahí Jesús les enseño esta valiosa lección:

Detrás de los límites de lo que tu sabes comienza la obra poderosa de Jesús.

En medio del desespero cuando las cosas se salen de nuestro control, en medio de los pensamientos que nos avecinan con miles de opciones para “salir de esta”, nos olvidamos que ÉL ESTÁ EN NUESTRA BARCA. Esa es la fórmula del fracaso. Olvidar que Él esta ahí.

Recordarlo, te volverá a traer paz y te asegurará un mejor camino.

Si construímos una vida de día a día con Jesús, en ese momento reaccionaremos sabiendo que Él está en control. Te asegura que no estás sólo.

¿Acaso Jesús se te transformo en un salvavidas? No usemos a Jesús basados en las circunstancias.

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