Cuentan que un comerciante regresó a su casa desesperado; se echó en un sillón y dijo:
– ¡Todo se ha perdido!
– ¿Qué quieres decir? Preguntó alguien.
– ¡Ay! – contestó – hemos tenido que despedir a los obreros, nuestro negocio ha quebrado, no queda nada, todo se ha perdido.
– Papá, pero yo no me he perdido – exclamó una niña desde el otro lado de la sala.
– Ánimo esposo mío, yo te quedo – le dijo la esposa llena de optimismo mientras se acercaba a él y le tomaba la mano.
– Hijo mío, te quedan todas las promesas de Dios – dijo la abuela acomodándose los lentes.
Entonces deshecho en lágrimas, el comerciante exclamó:
– ¡Cuán ingrato soy! ¡Tantas cosas buenas me quedan, Dios mío, perdóname!
En muchas oportunidades, cuando llegan las pruebas, nos sentimos tan ofuscados por los problemas que somos incapaces de ver las bendiciones que Dios nos da.
El hecho de que Dios pruebe un área de tu vida no significa que todo se ha acabado o que ya no te ama. Si te detienes un momento y quitas tu mirada del problema encontrarás que hay muchos otros motivos por los cuales agradecer a Dios.
Aunque nos resulte muy difícil dar gracias a Dios por las pruebas que permite que pasemos, debemos agradecerle por eso también porque es muy probable que ese problema sea una bendición disfrazada. No sabemos, y posiblemente nunca lleguemos a hacerlo, de cuántas cosas Dios nos está guardando cuando cierra puertas, cuando no permite que nuestros planes continúen o cuando cambia el rumbo de nuestras vidas.
“Y den gracias por todo a Dios el Padre en el nombre de nuestro Señor Jesucristo”. Efesios 5:20
Dios te ama con amor eterno y si Él dijo que tiene planes de bien para tu vida puedes estar seguro de que así es; verás cómo sus promesas se cumplen en Su tiempo.
Cuando sientas que no tienes salida, que ya no queda nada, pídele a Dios que te permita ver más allá de las circunstancias y observa todas las bendiciones que diariamente te da.
Nada está perdido, aún no has visto las grandes cosas que Dios hará con tu vida ni las innumerables bendiciones que tiene para ti, ¡Espéralas!
“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados”.Romanos 8:28
No hay comentarios:
Publicar un comentario