Inmediatamente llegó Samuel y le pronunció el rechazo divino:
“Entonces Samuel dijo a Saúl: Locamente has hecho; no guardaste el mandamiento de Jehová tu Dios que él te había ordenado; pues ahora Jehová hubiera confirmado tu reino sobre Israel para siempre.
Más ahora tu reino no será duradero. Jehová se ha buscado un varón conforme a su corazón, al cual Jehová ha designado para que sea príncipe sobre su pueblo, por cuanto tú no has guardado lo que Jehová te mandó.” 1 Samuel 13:13-14
Saúl era el rey ideal para el pueblo de Israel desde su apariencia. Era el hombre más alto de todos, con gran porte físico y valeroso, ajustado a lo que ellos querían. También era un rey que satisfacía sus deseos, antes que cualquier otro e incluso antes que la ley de Dios.
En diferentes ocasiones nuestra obediencia será probada y tendremos que decidir a quién queremos agradar. Un trabajador comentaba que era criticado por su jefe y compañeros por no participar en aquello que no era de agrado a Dios. Puedes tener temor a ser criticado, a pasar vergüenza, al rechazo, pero sobre todo debes temer al Señor quién salvó tu vida.
“Porque los ojos de Jehová contemplan toda la tierra, para mostrar su poder a favor de los que tienen corazón perfecto para con él”. 2 Crónicas 16:9
Dios probó al rey Saúl y él demostró ser alguien que prefería agradar más a los hombres que a su Señor, tenía más temor por lo que digan los demás, que por lo que El Señor mandaba y por lo cual recibió un duro rechazo.
En este tiempo te animo a ser una persona conforme al corazón de Dios y no precisamente al corazón del hombre. Serás probado para ver a quién más deseas agradar y a quién temes más.
Pedimos que cuando el Señor busque un corazón conforme al de Él, encuentre el tuyo y no seas el que es reemplazado.
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