A veces porque nos preocupamos en exceso, a veces porque nos parece que tenemos la solución perfecta, otras simplemente porque no tenemos tiempo, pero tendemos más a ofrecer soluciones y consejos a nuestro hijos, que a escucharles y dejarles que ellos lleguen a sus propias conclusiones. Te enseño cuáles son las frases más comunes que nos delatan y que podemos hacer para empezar a escuchar más y mejor a nuestros hijos.
Uno de los errores más comunes que comentemos los padres es ofrecer soluciones ó restar importancia a situaciones difíciles por la que atraviesan nuestros hijos, en lugar de mostrar empatía y simplemente escucharles.
Cuando los niños están disgustados muchas veces sólo necesitan expresar cómo se sienten y buscan alguien que los escuche y los comprenda, no necesariamente que les demos nuestro punto de vista ó que le indiquemos cómo tiene que actuar en cada situación.
A medida que vamos creciendo y madurando, las situaciones o problemas que antes los veíamos muy complicados y nos generaban angustia, una vez superados, parecen muy fáciles, comparado con las situaciones que tenemos que hacer frente en el presente.
Por ello, corremos el riesgo de minimizar los problemas de nuestros hijos, y de verlos como tonterías, pero la realidad es que al niño le genera un malestar genuino y tiene que pasar por esas experiencias para aprender de ellas.
Otro de los errores más comunes es dar consejos no solicitados cuando los niños se portan mal, se equivocan o parecen necesitar ayuda.
Queremos guiar y orientar la conducta de nuestros hijos y es por ello que podemos proporcionar buenos consejos. Somos sus padres, les queremos y pensamos saber lo que necesitan.
Pero a veces, en lugar de escuchar que hay detrás de esa queja, de ese error ó de ese problema, nos viene en automático el dar un consejo: de forma repetitiva, a modo de sermoneo, y echando en cara sus fallos.
¿Ves te lo dije?
Otra veces, nuestras razones para dar consejos es que nos preocupamos demasiado. El problema detrás de una preocupación excesiva es que les mostramos a los niños cariño, pero estamos mandando un mensaje erróneo de que no es lo suficientemente bueno o algo le pasa.
Los padres debemos confiar en que nuestros hijos podrán aprender y aprenderán por si solos, en base a sus propias experiencias y de cometer sus propios fallos, si nos necesitan, siempre estaremos allí disponibles.
Cuando los padres nos contenemos y no ofrecemos soluciones fáciles, los niños consiguen la confianza y el cariño que necesitan, para resolver por sí mismos las situaciones que tienen que enfrentarse a lo largo de la vida.
Un niño que no le enseñaron a confiar en sí mismo, de mayor puede tener problemas para tomar decisiones.
Estas son las frases más usadas por los padres que indican que no les estamos escuchando lo suficiente:
Ah ¡! No te preocupes por eso
No es nada
Olvídalo
Venga, si no es tal difícil
Deberías hacer esto..
Es super fácil
Cuando yo tenía tu edad, nunca tuve miedo a..
No es tan importante
¿Por qué me lo explicas?
Nunca escuchas mis consejos…
Te he dicho que..
Deberías hacerlo…
Si fueras más..entonces..
Es que tú nunca..
Ni lo intentes, es demasiado…
Ideas para escuchar más y mejor a nuestros hijos:
- Recordar la regla de “morderse la lengua” y dejar que el niño nos cuente lo que tenga que decirnos, sin juzgar.
- Tratar de entender y prestar atención a cuáles son las emociones ocultas detrás de la situación ó conductas.
- Ayudarle a que pueda entender lo que le está pasando, a modo de pregunta
- Intentar que él mismo encuentre una solución y llegue a sus propias conclusiones
- Por cada vez que corregimos o hacemos ver un fallo al niño, podemos “sorprenderlo” haciendo algo bien tres veces y hacerlo saber. Es buena proporción 3×1.
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