viernes, 5 de diciembre de 2014

8 PERSONALIDADES TOXICAS QUE VIVEN EN NOSOTROS Y QUE DEBERIAMOS EVITAR



Aunque todos somos humanos y podamos tener más o menos problemas con nuestra personalidad, algunos de ellos son francamente tóxicos. Son tóxicos para nuestra felicidad. Son tóxicos para nuestras relaciones. Son tóxicos para nuestra autoestima. Y son tóxicos para nuestros sueños. Aquí te dejo 8 Personalidades que debes buscar en ti mism@ y que debes evitar (si quieres). 


  • 1. La negativa 
Nunca puedes fallar en la vida o el amor. Es que si lo haces es tu ruina. Así te habla esta personalidad. No hay blancos ni negros, ni escala de grises. Hay negros. Por eso, tienes que reforzar tu pensamiento positivo. No permitir que el ego y la negatividad te hagan creer lo que ellos quieren que creas. No puedes decidir qué pasa en tu vida pero sí la actitud con que tomarlo. O se gana o se aprende, esa es la lección. 

  • 2. La rencorosa 
Una de las lecciones que más nos cuesta aprender es que llega un momento en el que debemos dejar ir; ya sea la culpa, el amor, la ira o una pérdida. El cambio nunca es fácil. Pero debemos liberarnos emocionalmente de las cosas que un día significaron mucho para nosotros y que no nos dejan seguir adelante. Debemos dejar atrás el pasado y el dolor asociado a ese pasado. 

  • 3. La envidiosa 
La envidia es una de las emociones más feas. Las comparaciones no sirven de nada. Mejor dicho, sirven para una cosa: para hacernos sentir mal. Eres un ser único, disfruta de ello. Además, si hay algún competidor en tu camino ese eres tú. Como dijo Jim Taylor: "Tu mayor competidor es lo que quieres llegar a ser". Estás compitiendo para ser tu mejor tú. Si quieres medir tu progreso, compárate con quién fuiste ayer. 

  • 4. La superficial 
Juzgar por la apariencia parece que está (aún) a la orden del día. Y lo que mucha gente olvida es que esa persona está mostrando lo que ella ha elegido mostrar. Detrás de esa apariencia hay un mundo enorme y desconocido para ti. Juzgar a un libro por su portada te impedirá ver el final. Y con esto quiero decir que juzgar a una persona por la imagen que proyecta es injusto para ti y para esa persona. ¿Y sabes qué? El único o la única que pierde eres tú. 

  • 5. La perfeccionista 
Como seres humanos buscamos la perfección y lo que aún nos cuesta aprender es que la perfección no existe. La creas tú. Porque la vida es un continuo viaje de cambios y evolución. Y lo perfecto es lo que tú creas que es perfecto y no lo que se supone que los demás creen. Porque lo que hoy está no es exactamente lo que habrá mañana: una casa, un marido, un trabajo, un amante...probablemente todo eso se convierta en algo "imperfecto" algún día. Pero toda esa imperfección evoluciona y esa casa imperfecta pasa a ser un hogar confortable, ese marido imperfecto se convierte en un hombro en quien apoyarse, ese trabajo imperfecto en una gratificante carrera y ese amante imperfecto en un compañero de vida. 

  • 6. La tramposa 
Engañar es una opción. Si decides hacer trampa y encima sales ganando engañando a alguien, no creas que esa persona es tonta. Lo que pasa es que ha confiado más en ti de lo que te mereces. Sé más que todo eso. No hagas cosas inmorales simplemente porque puedes. Elige hacer lo correcto. La integridad es la esencia de todo éxito. Tanto personal como de cualquier otro tipo. 

  • 7. La víctima 
No dejes que tus sueños se consuman en la promesa de otra persona. Ponte de pie ahora mismo y toma las riendas de tu vida. Sólo así llegarás a tu destino. Y es que decir no a las personas incorrectas te dará el tiempo y los recursos necesarios para decir sí a las personas y oportunidades correctas. 

  • 8. La procrastinadora 
Aplazar o postergar todo al último momento. No tienes que subir toda la escalera ahora mismo. Sólo tienes que dar el primer paso. Y dar este primer paso siempre es el más difícil. Cuando lo des estarás más cerca de la vida que quieres y la vez más lejos de la que no quieres. Cada paso te acerca un poco más y más y al final, lo que durante tanto tiempo era invisible, ahora comienza a verse. Y lo que una vez había sido inalcanzable, se convierte en una realidad. 

Todos las tenemos o las hemos tenido en mayor o menor medida. La cuestión es que seamos nosotros quienes las controlemos, y no al revés. En tu mano está hacerlo. Yo, como siempre, te espero en la próxima. 

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