jueves, 31 de julio de 2014

LA SABIDURIA DE LOS ABUELOS



La experiencia de los sabios abuelos ayuda a que los nietos se superen con alegría y amor. Aquí un ejemplo.

Cuando Melody Silva Kam, una estudiante del tercer año de bachillerato, estaba en la escuela, recibió una gran enseñanza de su abuelo materno, Víctor Kam, quien falleció en el 2007. Él no solo le dio mucho cariño, sino que la estimuló para que se convirtiera en una buena alumna.

“En primaria yo era una mala estudiante y como mis padres trabajaban tenía una vida muy cómoda. Pero un día mi abuelito me cogió a cargo. Me dijo que no iba a lograr nada en la vida si me la pasaba sentada sin hacer nada productivo o teniendo las cosas muy fáciles. Así que me dijo vamos a ver qué tienes en el diario, y así sucesivamente, todas las tardes, hasta que se hizo una rutina”.

Pero Melody, recuerda, se rebeló y le pidió a su abuelito que la dejara tranquila. Sin embargo, don Víctor se levantó de una silla, se fue a su cuarto y al regresar le mostró una hoja escrita en chino, era un examen que él había realizado en su país natal, China, con una calificación de 100/100.

“Recuerdo que me dijo: ¡Mira, yo perdí la oportunidad de estudiar una carrera, en la China terminé el colegio, pero mis padres querían que solo trabajara y eso hice! También me recalcó que el no tener una carrera me iba a perjudicar mucho en la vida”.

Para Melody, su abuelito fue un hombre muy sabio, era una persona preparada, le gustaba leer y conocía muchas historias enriquecedoras, además, comenta, nunca le dijo alguna palabra que la hiciera sentir mal o la lastimara. Él hizo que aprendiera a gustarle las matemáticas e incluso le enseñó a que escribiera mejor.

“Actualmente mi estímulo de las matemáticas y la física es por él. Nunca fue duro conmigo, sino estricto. Me decía: No hagas esto o aquello porque te estoy obligando, sino porque es lo mejor para tu futuro y algún día lo recordarás”.

Y así fue, Melody jamás olvidará que su abuelito materno fue su mejor consejero, alguien que la incentivó a ser mejor en sus estudios y en su vida personal. Actualmente, menciona, los padres no tienen tanto tiempo como para enseñarles a sus hijos a que hagan sus actividades de la manera correcta, porque no tienen buena comunicación con ellos, pero sí hay abuelitos que dan mucho cariño a sus nietos, un amor muy diferente al que tienen con sus propios hijos.

“Mi abuelito no solo me contaba sus experiencias, sino que me dio apoyo emocional, seguridad, estaba conmigo ante cualquier dificultad que tuviera y me enseñó que yo soy quien decido lo que quiero ser y hacer en la vida y que las oportunidades que se presentan hay que aprovecharlas cuando son buenas para uno. Él murió en mi hombro, justo cuando le decía que teníamos que practicar matemáticas, fue una escena que me marcó y que jamás olvidaré”, asegura Melody.
 
Habilidad mental

Cuando los abuelitos son sabios, indica la psicóloga clínica Mónica Llanos de Mora, son oportunos, es decir, escogen el momento indicado para aconsejar a sus nietos, escuchan, se interesan, dan su punto de vista, no persuaden, ni sermonean. También se preocupan por el bienestar de sus nietos, dan confianza y crean lazos de cariño. Incluso son congruentes con lo que profesan y reconocen sus fallas o errores para llevar a reflexionar a sus nietos.

“A diferencia de los padres, los abuelos cuentan con mayor tiempo y disposición para escuchar, porque los nietos aunque no estén de acuerdo con los consejos saben en el fondo de su corazón que tienen razón sobre determinada situación”.

¿Qué sabiduría aprendió de sus abuelos? 
La sabiduría de los abuelos es considerada como una habilidad mental que desarrollaron en la edad adulta madura. Es el aprendizaje acumulado de las experiencias vividas o presenciadas en sus propias vidas o en su entorno. Por ello se dice que los abuelos son sabios y dan buenos consejos, los cuales deben ser considerados. Sin embargo, no todos los consejos de los abuelos necesariamente son sabios.

En realidad, agrega, son una gran bendición en la vida de los nietos, durante su formación y aun cuando ya son adultos. 
En la mayoría de los casos constituyen un referente de respeto, tolerancia, comprensión, flexibilidad, permiten el punto de equilibrio con la disciplina y la autoridad que deben ejercer los padres. Además, son muy afectivos y buscan el momento oportuno para hablar, dan prioridad al afecto y el tiempo compartido a mencionar las falencias de sus nietos.
Integrados en el hogar

Llanos considera que los abuelos sabios deben estar integrados en la vida del hogar. La familia debe darles su espacio, compartir el tiempo y experiencias con ellos, ya que enriquece la vida emocional y afectiva de las personas, así como del círculo familiar, de esta manera hay un enriquecimiento mutuo.

Asimismo, agrega, los nietos deben en primer lugar tratarlos con mucho respeto, cariño y atención que demandan los abuelos y en segundo lugar hacer que ellos conciban una imagen de ejemplo y referente para sus vidas. Deben darles la importancia y lugar que les corresponde en sus afectos y su tiempo para que compartan momentos que son oportunidades para hablar, para escucharlos, para reflexionar en sus enseñanzas, en sus consejos.

Por último, las relaciones de los nietos con los abuelos deben mantenerse y fomentarse y no verse afectadas por los conflictos que pueda haber en la relación de suegros con sus padres. “Siempre será preferible que los hijos e hijas busquen a sus abuelos en un momento de necesidad o conflicto, que pasen el tiempo con sus abuelos antes que con extraños”. (S.M.)


“Un día mi abuelo me dijo que hay dos tipos de personas: las que trabajan y las que buscan el mérito. Me dijo que tratara de estar en el primer grupo: hay menos competencia ahí”, Indira Gandhi (1917-1984)

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