jueves, 8 de mayo de 2014

¿ QUIERES QUE TE CONOZCAN POR MANDAR O POR SERVIR ?


Una de las características que me ha costado vencer con el tiempo y aún todavía me resulta difícil es cuando hablamos de “sujeción”.

La palabra griega traducida como someterse “Hupotasso”, significa que el someternos no es una decisión de una vez, es una actitud continua en nuestras mentes, que llega a convertirse en un patrón de conducta.


La sumisión mencionada en la palabra de Dios no se refiere a una sujeción unilateral de un creyente para ser dominado egoístamente por la otra persona. La sumisión es una posición de honor y plenitud.


Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas.De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos. Romanos 13:1-2


En el principio, como no había pecado, el hombre solo tenía que obedecer a Dios, Él era su única autoridad. Cuando Adán y Eva desobedecieron sus instrucciones, el pecado entró en el mundo y entonces fue necesaria la sujeción. Por lo tanto, Dios estableció leyes para que exista orden.


Para empezar debemos sujetarnos a Dios, y ser obedientes a su Palabra, después a las autoridades que fueron designadas por Él. Solamente de ésta manera encontraremos bendición, porque Dios lo prometió; de lo contrario, si resistimos a su autoridad solo estamos impidiendo que Él nos bendiga.


Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Filipenses 2:5-8


Si eres de las personas que les cuesta obedecer y sujetarse a sus líderes, pastores o alguna otra autoridad que Dios puso en tu camino, debes entender que estás poniendo resistencia a la autoridad de Él eligió. 


Hoy te animo a que pongas en ti ese mismo sentir que hubo en Cristo, quién a pesar de tener todo a su favor para mandar, se hizo siervo; siendo humillado, fue obediente hasta la muerte.
 

¡No busques una posición, busca ser como Jesús!

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