jueves, 8 de mayo de 2014

COMO UNA SOMBRA - Por: Telma Cespedes




Quizás la mayoría de nosotros, cuando éramos niños, al menos en mi caso, siempre tratábamos de adelantarme a la sombra de nuestro cuerpo. Yo no entendía por qué mi sombra siempre iba adelante.

Una vez estaba corriendo de cara al sol y cuando miré hacia atrás vi que mi sombra estaba detrás de mí y que se mantuvo atrás todo el tiempo.


Así es la vida con Cristo, sólo cuando ponemos la mirada en Dios y en lo que a Él le agrada, su paz, su gozo y fortaleza irán con nosotros mientras mantengamos la mirada en Él. “Sea la luz de Jehová nuestro Dios sobre nosotros, Y la obra de nuestras manos confirma sobre nosotros; Sí, la obra de nuestras manos confirma.” Samos 90:17


Has puesto tu mirada en las cosas de este mundo y no encuentras paz, has fijado tu atención en personas que te pueden fallar en cualquier momento y saliste lastimado (a), quienes dan la espalda al sol están en tinieblas todo el tiempo.


No pienses que no hay salida, sólo debes dar un giro a tu vida; Dios te da las instrucciones para hacerlo. Da la vuelta y ve lo que Él tiene para ti si lo miras. Jesús nos dejó a su Espíritu Santo para que se quedara con nosotros y nos acompañara donde vayamos.


Hay alguien que puede guiar tus pasos, que sabe lo que es mejor para ti, que conoce tu corazón, tu angustia y lo que necesitas, pero debes tomar la decisión de seguirlo y poner tu mirada en Él. 


Así como la sombra no se aparta de nosotros, Dios y su Espíritu Santo estarán presentes ahí en nuestro entorno para protegernos, guiarnos, darnos fortaleza y abrazarnos.

Vuélvete a la luz de Dios y su reflejo ha de brillar en tu corazón y estará contigo como una sombra, no te soltará.


Comienza a confiar en Él y mirarlo, ésta contigo y hoy te dice “Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé.” Josué 1:5

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