martes, 11 de marzo de 2014

OPUESTOS PARA SIEMPRE - Por: Rafael Angel Perez



En los años que he participado en algunos eventos para matrimonios, el tema de la comunicación es mencionado como la causa principal de los conflictos en la relación del hombre y la mujer que decidieron vivir juntos hasta que la muerte los separe. Me parece que es una excusa más que se utiliza para evitar aceptar que tanto el esposo como la esposa son responsables de lograr la armonía en la convivencia matrimonial. Incluso me incluyo en esta comparación porque en muchas ocasiones yo pretendí desviar la responsabilidad hacia mi esposa. Eso produjo tensiones y disputas innecesarias que robaron energias para mantener la armonia marital .

Mientras conversaba con el Dr. Aquiles Fuenmayor en el segmento “Dos Son Mejor Que Uno”, puse toda mi atención en una interesante explicación que el pastor y consjero familiar nos presentó ese día. Aquí les dejo con un extracto de la exposición:


 “Sin duda que toda mujer que se une a un varón, encontrará la gran disyuntiva de entender a un ser emocional, física y culturalmente diferente a ella. Además está el hecho que una persona del sexo femenino, que desconoce a este ser del sexo opuesto, y con el que debe relacionarse en diferentes niveles, tratará de asumirlo desde su propia óptica. Intentará en la mayoría de las veces interpretar y hasta modelar la conducta del varón a su propio patrón conductual; con lo cual producirá una segura confrontación entre ambos. 

Existe una gran diferencia entre el niño que una mujer educa como su hijo, y el hombre con el que una mujer debe convivir. Aunque en muchas ocasiones este hombre se comporte como el niño, la mujer no debe actuar como la madre”.

Qué gran realidad nos ha presentado el terapeuta familiar Fuenmayor. Al reflexionar en su análisis, encuentro una extraordinaria oportunidad para entender cómo funciona la comunicación entre dos seres totalmente diferentes. Lo que pretendo explicar es que una vez aceptamos que somos distintos en todo, podemos comunicarnos de manera efectiva y vivir felizmente como casados. Es una teoría probada que puede aplicarse también en aquellos que disfrutan su noviazgo o inician una relación.

He aquí algunas actitudes que los expertos señalan como de gran ayuda para favorecer el diálogo y la solución de conflictos:

* Mejore su habilidad y disposición para escuchar. No se puede entrar en comunicación con una persona que no desee escuchar. Y para escuchar, se necesita poner toda la atención a la persona que le habla.

* Aprenda a expresar sus puntos de vista, deseos o necesidades. Nadie sabe mejor lo que una persona piensa o necesita que ella misma. Por lo tanto esperar que la otra persona lea su mente o el pensamiento es irreal.

* Tenga una mente abierta donde puedan caber otras opciones y formas de ver una realidad. Nadie posee toda la verdad. El punto de vista de otro puede además enriquecerle.

* Diga las cosas sin ofender, procurando dar a la otra persona el beneficio de la duda. Esto quiere decir, que al expresar un desacuerdo o enojo sea capaz de usar un lenguaje que exprese el interés por saber o comprender el porqué de las actitudes o comportamientos de la otra persona, sin culparlo o descalificarlo. Por ejemplo, diga, “¿lo que quieres decirme es que te molesta mi desorden?..Esta es quizás una de las mejores herramientas para la comunicación.

* Procure hablar de un asunto a la vez, no se salgan del tema. No caiga en la trampa de responder a insinuaciones o conductas destructivas que desvíen la comunicación y hagan que el conflicto se agrande.

* Decida asumir la responsabilidad por aquello en lo que usted considere que ha contribuido al problema. Puede decir por ejemplo, “Yo reconozco, o, lamento que yo…”. Cuando se intenta resolver un conflicto con frecuencia se busca la reconciliación. Pero si no tomamos responsabilidad por nuestros actos o pedimos disculpas, el encontrar una solución al conflicto será más dificil.

Finalmente, cuando revisamos Génesis 1:27-30, hallamos que el Creador del hombre y la mujer, estaba muy consciente de las diferencias entre ellos. Saberlo, me regocija. Celebremos que somos sexos opuestos para siempre!

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