miércoles, 25 de septiembre de 2013

LA SOLTERIA



Soltería significa según la Real Academia Española:

-1. ed. Que no está casado.

-2. ed. p. es. Suelto o libre.

Pero la definición no abarca en toda exactitud lo que realmente significa soltería. 


Dependiendo a quien le preguntes la definición abarcaría desde locura, soledad, deseo no satisfecho, u otras definiciones, más o menos igual de coloridas.

En este espacio vamos a hablar de lo bueno, lo malo y lo indecible sobre el tema. 


Empecemos con lo malo; la mayoría de los solteros se enfrentan a la presión de sentirse emocionalmente incompletos si no tienen una pareja, ya sea por culpa de las exigencias sociales o propias. 
En las mujeres esta presión es más fuerte una vez sobrepasan los treinta años de edad. “Se te va a pasar el tren”, “Te vas a quedar para vestir santos” y otras frases persiguen a la soltera que de buena gana desearía casarse pero que no ha encontrado a la persona correcta. 

Continuemos con lo indecible; “Los caballeros también lloran”. En adicción a la presión social, a los caballeros se les agrega sus propias necesidades físicas. 
El soltero de hoy en día tiene que lidiar con el “estoy ardiendo en llamas” y no puede decir nada porque lo tildan de poco espiritual. 
Necesitar una pareja no es pecado, la palabra de Dios dice que no es bueno que el hombre esté solo, esto no lo dijo en un contexto profesional, ni ministerial sino relacional. 
Salvo aquellos que tienen un llamado a permanecer en este estado de soltería por alguna razón muy personal, los demás tienen derecho a desear y pedir que Dios les conceda esa ayuda idónea.

Los solteros experimentan la presión social, la propia, y la incertidumbre de la espera. A todo esto se le añade la tentación. Más de una joven cristiana se ha preguntado ¿Y si lo busco que no sea cristiano y lo traigo a la iglesia?, y los caballeros han optado por buscar a una novia que no comparte su fe. Todo esto claro termina siendo una ruleta rusa y con consecuencias inciertas. El resultado de la desesperación a causa de la soltería.

Y ahora lo bueno de la soltería; aunque no lo creas la soltería si tiene cosas buenas. 


Este tiempo es un tiempo de conocerte a ti mismo y acercarte a Dios. Está claro que no se puede dar lo que no se tiene, y si aún existen áreas incompletas en tu vida ¿cómo esperas llenar la ajena? 
Una vez que tienes lo necesario para complementar a otra persona es solo cuestión de tiempo. No te estanques porque no tienes una pareja, aprovecha el tiempo extra para fijarte metas y alcanzarlas. 
Invierte en Dios, ocúpate de las cosas que le agradan a él, recuerda que una vez que tengas pareja, la distribución de tu tiempo cambiará dramáticamente. 

Este es a su vez, un tiempo para desarrollarte personalmente. En este trayecto de espera es cuando tu fe crece. Es el momento de creer que Dios tiene presente tus necesidades y que es fiel a sus promesas y cumplirá lo establecido en su palabra. 

“Jehová es mi pastor nada me faltará”, no te faltará amor, protección, ni compañía. Dios promete conceder las peticiones de tu corazón siempre que te deleites en El, así que si eres soltero o soltera evita sucumbir ante la presión social y disfruta este tiempo.

Ten la certeza de que Dios tiene una persona especial para ti y que en su tiempo la traerá a tu vida.

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