martes, 24 de septiembre de 2013

EL BUEN PADRE



Los padres de las generaciones recientes se esmeran por asumir su rol a cabalidad, para formar personas autónomas, libres para actuar como mejor se los dicte su criterio, responsables y, más que todo, felices y desarrollados en una plenitud de vida.

La esencia de un buen padre es el conocimiento y la relación que tiene con su hijo, para la mayoría de los padres que lo único que sabían enseñar a sus hijos es que los ‘machos no lloran’, que las niñas tienen que ser serviciales y obedientes con sus futuros maridos y que, además, delegaban todas las responsabilidades de la crianza en sus esposas, quedaron en el pasado… 


Hay una nueva generación de padres que expresan su amor. Tal vez esto te sea difícil ya que, especialmente en nuestra cultura latina, se asocia al papá con una imagen fuerte, ruda, firme y que no muestra sus sentimientos. Los padres de esta nueva generación no temen en mostrarse sensible ante su hijo. Los niños aprenden de sus padres y así como tú lo trates a él, él te tratará a tí y al resto de las personas.

Otra gran característica de los padres de esta generación es amar sin condiciones, le dejamos claro a nuestros hijos que nuestro amor para ellos permanente y no depende de portarse de tal o cual manera para que lo amemos, los hacemos sentir seguro de que siempre los amaremos, les dejamos saber lo especial que es con todas sus características y que por todas ellas los amamos y dejamos claro con nuestras palabras y acciones lo importante que son para nosotros.

Un buen padre da seguridad a su hijo. Si tiene miedo durante una tormenta o si tiene una pesadilla, se le da seguridad, protección en todo tiempo de su vida, una de las mejores formas de crear seguridad en un hijo/a es respetando a tu esposa o la madre de tu hijo. Aun si están separados, es importante que la respetes. Si tu hijo ve que sus padres se respetan sentirá seguridad, se sentirá aceptado y respetado.

Un buen padre dedica tiempo a su hijo. Se ha comprobado que la mala conducta de los niños se debe a la falta de atención, así que dedícale tiempo; escucha a tu hijo. Tu hijo tiene su propia opinión y además es curioso por naturaleza. 


Un buen padre escucha a su hijo atentamente, respeta su opinión y dedica tiempo a contestar de manera sencilla y práctica esas preguntas difíciles que nunca faltan; trata bien a tu hijo. El maltrato no se refiere únicamente a los golpes, las palabras también hieren. Las malas contestaciones de un padre frío y distante también es una forma de maltrato. Los insultos, las humillaciones, las burlas son maltrato. 

Un buen padre trata a su hijo con respeto, tal como lo haría con cualquier otra persona a la que aprecie. Tu hijo es una persona y tú eres uno de los seres más importantes en su vida.

Tal vez veas todas esta características de un buen padre que expresa amor las vez desde la frontera de un padre que no tienes o es ausente, hay una promesa que hoy Dios nos da: 


Isaías 49:15,1615 ¿Pero acaso se olvida la mujer del hijo que dio a luz? ¿Acaso deja de compadecerse del hijo de su vientre? Tal vez ella lo olvide, pero yo nunca me olvidaré de ti. 

16 Yo te llevo grabada en las palmas de mis manos; siempre tengo presentes tus murallas. Por medio de Jesús camino, verdad y vida tenemos acceso a un padre bueno, compasivo, que siempre cuida de ti aun cuando duermes. Jn. 14, 6-7.

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