jueves, 4 de septiembre de 2014

¿ EXISTE LA INFIDELIDAD EMOCIONAL ? Por: Lenin Salmon



Sí, y con más frecuencia que lo que uno se imagina. La línea divisoria entre una simple amistad, y una relación que puede afectar la estabilidad de un matrimonio o noviazgo, no siempre está claramente trazada (y no debería tener que estarlo, ya que respetar dicho límite es justamente la base del compromiso adquirido). 

Mucha gente no se da cuenta de que ha cruzado esta frontera hasta que es imposible regresar, con el riesgo de alterar sus vidas para siempre. Considerando la magnitud de lo que está en riesgo, es vital poder anticiparse y evitar situaciones que puedan crear un espacio afectivo vinculante donde no debería existir más que aprecio y admiración.

Las condiciones en que se maneja la sociedad actual exigen, cada vez más generalizadamente, que hombres y mujeres compartan ambientes de trabajo, deportivos, sociales, culturales, artísticos, etcétera, estableciéndose así escenarios de contacto cercano donde no es difícil entrar en confianza. 

Si no se está alerta, un tema de trabajo, por ejemplo, puede derivar en un tema personal que se puede ir ampliando y profundizando con el paso del tiempo y favorecer la creación de un interés especial, un espacio en la mente, tal vez un sentimiento. Y no necesita ser tan obvio, incluso puede haber una sincera actitud de negación, pero gradualmente se puede convertir en dependencia, buscar estar juntos, pensar en la otra persona fuera del contexto original (trabajo, deporte, etcétera). Lo más grave es que no se necesita hacer nada, sino permitir que una relación agradable (pero inapropiada) siga su curso y termine echando raíces en un terreno prohibido.

¿Cómo saber si se ha violado el límite? 

Pregúntese si su pareja aprobaría su conducta. ¿La aceptaría usted si fuera a la inversa? 

Tal vez la señal clave de la transgresión es si usted mantiene a su pareja ignorante (o engañada) de la naturaleza de dicha relación. 

Si en este punto no se da un giro de 180 grados, lo más probable es que el siguiente paso sea la infidelidad propiamente dicha, tras la cual la vida no volverá a ser como antes. Ser previsivo/a no cuesta nada.

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