martes, 5 de abril de 2016

7 COSAS QUE LOS MATRIMONIOS FELICES HACEN TODOS LOS DIAS

 
 
 
 

Las parejas fuertes y felices están realmente dispuestas a darle a su matrimonio una garantía libre de secretos entre ellos

 
 
 

Harold y Louise han estado casados por más de medio siglo, pero aun así actúan como si fueran una pareja de adolescentes enamorados. La primera vez que los conocí en una conferencia para matrimonios, le pregunte a Louise, “¿Cuál es tu secreto? Lo que sea que ustedes dos estén haciendo está funcionando muy bien y quisiéramos saber cómo podemos tener todos esa misma relación que llegue a cincuenta años.”
Ella sonrió mientras le hacía un guiño a Harold y luego me miro y me dijo, “Bueno no es que haya un solo secreto, pero te diré una buena parte del mismo…”
Entonces comenzó a contarme una historia de cómo comenzaron:
"En el primer mes de aniversario de nuestra primera cita, Harold me trajo una rosa y me dijo que amaba cada minuto de nuestro primer mes juntos. Yo pensé que era un gesto muy dulce, pero nunca espere que se volviera un hábito, así que me tomo por sorpresa cuando me trajo otra rosa en el segundo mes de aniversario de nuestra primera cita. Las rosas continuaron llegando todos los meses mientras fuimos novios, pero yo pensé que estas terminarían el día de nuestra boda ya que no sentiría la constante necesidad de convencerme, ¡afortunadamente me equivoque!
Ella sonríe y aprieta su mano y me doy cuenta que hay lágrimas en sus ojos cuando me dice “han pasado 648 meses desde nuestra primera cita y Harold no ha dejado de traerme una rosa cada mes”
¡Wow! Realmente me sentí como un cretino cuando me dijo esto, porque honestamente debo admitir que nunca he tenido un gesto tan consistente por mi esposa en todos nuestros años de matrimonio. Harold y Louise me inspiraron y me pusieron el reto de crear algunos nuevos hábitos. Son nuestros hábitos después de todo los que crean nuestras relaciones. Grandes y únicos gestos románticos pueden ser buenos, pero es lo que hacemos de manera consistente lo que tiene un impacto perdurable en nuestros matrimonios.
Al interactuar con parejas de todo el mundo, me he dado cuenta que existen algunas tendencias comunes entre las parejas más felices y con relaciones sanas y creo que todos podemos aprender de sus ejemplos. Ellos de manera consistente realizan los siguientes hábitos y todos podemos cultivar nuestros matrimonios si hacemos lo mismo.
Las parejas felices (y sanas) consistentemente…

1.- Hacen del tiempo juntos, ininterrumpidos, una prioridad

Tal vez tu igual que yo, te encuentres en una época de tu vida en la que están tus hijos y las cuentas, y miles de cosas que hacer en tu agenda. En estas épocas ocupadas, uno puede cometer el error de poner el matrimonio en piloto automático hasta que las cosas se calmen, pero es durante estos días que necesitas tener un tiempo junto con tu cónyuge de manera ininterrumpida, más que nunca. Todos los días, hagan tiempo para apagar sus aparatos electrónicos, sus teléfonos y solo hablar. Esto hará maravillas en tu matrimonio.

2.- Tóquense el uno al otro cada vez que puedan

Y esto no se refiere al sexo (aunque el sexo también es un hábito de las parejas felices). El contacto físico incluye acurrucarse, besarse, abrazarse, masajes en los pies, hombros, agarrase de las manos y poner el brazo en los hombros del otro. El simple hecho del contacto une los corazones de los esposos de una forma única. Si tú eres uno de esos matrimonios que están “desnutridos de contacto físico”, haz una prioridad el traer más afecto y contacto físico a tu matrimonio.

3.- Compartan una pasión o misión además de los hijos

Si tienen hijos, entonces los niños son obviamente el lugar donde enfocan y comparten su pasión, pero para muchos parejas, hasta ahí llega. Cuando los niños crecen se van de la casa, dejan un nido vacío Y un matrimonio vacío debido a que toda la atención estaba enfocada en los hijos. Las parejas felices comparten además otras pasiones. Sus pasatiempos e intereses no son solo “de él” o “de ella” pero son intencionales al buscar los “nuestros”. Para mi esposa y yo, servir juntos en la iglesia y ahora en el ministerio de matrimonios, ayuda a otros, pero también hace maravillas para hacernos crecer juntos como pareja. Si no tienes alguna pasión compartida, ponte la misión de encontrar o crear una.

4.- Pueden haber desacuerdos pero nunca peleas

Esto parece imposible, pero no eso es posible, es vital para la salud de nuestro matrimonio. Cada pareja tiene sus desacuerdos, pero las parejas más sanas han descubierto que no hay razón para pelear, pues las peleas tienen un ganador y un perdedor. Tú y tu cónyuge son uno solo, así que siempre deben compartir el mismo destino. Ustedes ganan juntos o pierden juntos, así que miren cada desacuerdo como una oportunidad para trabajar juntos con respeto mutuo para encontrar una solución donde ambos ganen.

¡5.- Coqueteen entre ustedes pero nunca con nadie más!

Las parejas felices nunca dejan de coquetear con el otro y nunca inician coqueteos con nadie más. Como Harold y Louise, encuentran formas de mantener la chispa encendida a través de saber que es siempre exclusivo de ellos. No abras la puerta a la infidelidad, cuidando tu corazón, mente, ojos y cuerpo. No buscan fantasías afuera, que no involucren exclusivamente a su esposa. Solo tienen ojos el uno para el otro.

6.- Díganse siempre la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad

La honestidad marca el camino para la intimidad. En un matrimonio la transparencia es vital y los secretos son tóxicos. Las parejas felices no se ocultan nada el uno al otro. No existen claves prohibidas, compras escondidas, mensajes de textos ocultos o motivos escondidos. Las parejas fuertes están dispuestas a darle a su matrimonio una garantía  “libre de secretos” entre ellos.

7.- No se toman a sí mismos tan en serio o su compromiso tan a la ligera

Las parejas felices saben ser graciosas. La risa es la pista musical de sus vidas. Hay mucha diversión y un corazón ligero incluso en tiempos de grandes presiones en sus vidas, pero no se toman tan en serio, ellos tampoco toman su compromiso mutuo a la ligera nunca. Ellos tienen un compromiso mutuo, fuerte como la roca, y han eliminado todas las salidas fáciles y la palabra “divorcio” de su vocabulario. La seguridad que viene de este tipo de compromiso les da la libertad para disfrutar del matrimonio de la forma en la que este debe ser disfrutado de por vida.

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