viernes, 20 de febrero de 2015

¿ PELEAR O PESCAR ? Por: Johanna Torres



El mundo de hoy parece estar al borde del abismo, todos con las armas listas para disparar. 

Las redes sociales se han convertido en un campo de batalla donde las personas se dicen y contradicen sin misericordia. Un bando de opinión contra otro, una línea de pensamiento contra otra y sin querer nos olvidamos de que Dios no nos ha llamado a pelear sino a pescar. 

A pescar hombres. Jesús les dijo a Pedro y Andrés “Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres.” Es muy difícil pescar si tienes armas en las manos, ¿cómo sostienes la caña o la red? Es casi imposible.

Lo que sí es posible es utilizar la palabra de Dios para penetrar hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, de una persona que rehúsa escuchar otro argumento que el suyo mismo. Alguien que ha levantado fortalezas contrarias incluso a su propio bien. 

Sin embargo mostrar una actitud entregada y amorosa puede abrirte más puertas que cerrártelas. Cuando los demás notan que verdaderamente lo que dices es por su bien y que se lo dices con esa intención, estarán dispuestos a bajar la guardia y valorar tu propuesta.

Por las malas no se consigue mucho. Pero el amor cubre una multitud de errores. Y amor se puede escribir con D, en forma figurada. Antes de que dudes de la veracidad de estas palabras permíteme explicar que Dios nos dio el primer ejemplo de la definición de lo que es amor, “Porque de tal manera amo Dios al mundo que ha dado a su hijo unigénito para que todo aquel que en él cree no se pierda más tenga vida eterna” (Juan 3:16). 

Dios dio a su hijo por amor a la humanidad. Una humanidad que en su mayoría lo despreciaba. Aún así los amo, y los ama todavía.

El mundo continuará su camino, pero tu podras hacer un mayor cambio en el si recuerdas que el arma más poderosa se potencializa en amor. Resentirte, pelear, menospreciar y contestar golpe por golpe nunca reflejaran al Dios amoroso que se dio por nosotros. Sin embargo cuando amamos a los demás aún aquellas cosas que nos molestan en ellos las podemos ver con lentes de misericordia.



¿Estas dispuesto a dejar de pelear y empezar a pescar?

No hay comentarios:

Publicar un comentario