viernes, 2 de agosto de 2013

LA IMPORTANCIA DE LA PERSISTENCIA








Cuando tenemos un proyecto entre manos y tenemos la necesidad de estar centrados, la insistencia es una de nuestras compañeras fundamentales. Una insistencia que nos permita mantener nuestra concentración, conservar nuestro enfoque y que nos permita volver a recuperar la situación cuando, por las circunstancias que sean, nuestro camino se desvié del que hemos trazado como ruta para poder lograr nuestros objetivos.

Y es que el ser humano es débil. Es una de sus facultades inherentes. A todos nos disgusta el trabajo duro, a todos nos cuesta mantener la concentración en cada momento y todos, más tarde o más temprano, acabamos por perder parte de nuestro enfoque, o acabamos haciendo aquello que no debemos. Por eso la persistencia es fundamental para lograr nuestro objetivo.

Pensemos, por ejemplo, en la persona que tiene por objetivo escribir un libro. Para lograrlo se ha propuesto escribir todos los días un cierto número de páginas. Sin embargo un día, por culpa de un resfriado, no puede cubrir su cuota. Y otro día, por un fallo informático, pierde parte de lo escrito. Y otro día tiene un viaje y no puede escribir… y otro día pasa otra cosa y no puede seguir.

Cuando todas las circunstancias se van acumulando, es razonable que perdamos nuestro enfoque, que perdamos el entusiasmo que podíamos tener por nuestro proyecto y que nos encontremos sin las fuerzas necesarias para cubrir otra etapa más de nuestro camino. Aquí es donde nos ayuda la persistencia. La persistencia es una fuerza que nos va a permitir volver a ponernos en marcha y recuperar el camino allí donde lo habíamos dejado para poder seguir avanzando.

Sin embargo la persistencia no es una fuerza mágica ni milagrosa. De hecho la persistencia debe ir acompañada de un enfoque claro para poder sernos útil. Es algo lógico, ya que para tener el empeño de hacer algo debemos estar plenamente enfocados y concentrados sobre lo que queremos hacer. En el caso del libro, si llegamos a un momento en que nos da igual el libro y su contenido, por más que nos empeñemos, no seremos capaces de poder acabar su redacción y acabará por ser un borrador a medio hacer. Sin embargo, si tenemos la concentración y el empeño necesario, si podremos insistir para terminar la tarea.

Por cierto, acabamos de ver la relación entre enfoque y persistencia, y es fundamental no confundir ni alternar ambos términos. El enfoque es la capacidad que la persona debe tener para concentrarse y poner su atención sobre un objetivo concreto, mientras que la persistencia es la voluntad y el empeño por llevar a cabo un tipo de actividad o de objetivo concreto.

Queda claro pues que nunca puedes tener el mismo significado y que, aun más importante, que son dos conceptos que deben ir siempre de la mano. Si no estamos centrados y enfocados nos resultará imposible poder poner nuestro empeño en hacer algo, ya que no tendremos nada sobre lo que ser persistentes. Y si no somos persistentes, aunque estemos centrados claramente sobre nuestro objetivo nos faltará la fuerza de voluntad necesaria para poder alcanzarlo.

Escrito por Guido Cattaneo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario