Para aprender el arte de vivir, hay que aprender a
convivir.
1. Dominarse a uno mismo. Hay que dominarse a uno mismo
antes que pretender dominar a los demás. Es indudablemente el dominio de la
fiera más salvaje. La gran ventaja que hay es el conocerla, lo que hace que sea
factible lograrlo. Si no me venzo a mí mismo, ¿Cómo puedo pretender hacerlo con
los demás?
2. Ser firme. Nunca violento. El razonamiento nos puede
permitir llegar a la otra persona con mucho más seguridad de un triunfo
permanente que la violencia. Toda acción provoca una reacción y mientras más
violenta sea la acción, más violenta será la reacción.
3. Escuchar con empatía. Oír y comprender al otro. Si mi
convencimiento es firme, puedo estar seguro de que no voy a perder nada. Es
más, escuchar no es aceptar. Nada pierdo con escuchar y a lo mejor el otro
tiene la razón y yo he aprendido algo nuevo. Además, si yo lo escucho, le estoy
dando un ejemplo de comportamiento y lo estoy obligando a escucharme también,
lo que nos va a llevar a un entendimiento de todas maneras.
4. No pelear. Para pelear se necesitan dos. Si tu pareja
quiere pelear, que pelee solo. Así nunca habrá pelea
5. Morderse la lengua. Duele menos morderse la lengua
para no contestar un insulto, que tener una agria discusión. Recuerda el sabio
refrán chino: “No contestes a una frase hiriente con otra frase hiriente. Es la
segunda frase la que inicia la discordia”.
6. Tener paciencia. No te exasperes. No permitas que la
otra persona te saque de tus casillas. No le des tan fácil esa victoria. “La
paciencia logra lo que la dicha no alcanza.”
7. Ver sólo lo positivo del otro. Si te dedicas a ver los
defectos del otro, vivirás siempre amargado. Nadie es perfecto. Mira tus
defectos y comprenderás que son cuando menos iguales. Mira sólo sus virtudes,
sus cosas buenas y comprenderás que con todos los defectos, siempre el saldo es
positivo en cualquier persona, incluida tú, a Dios gracias.
8. Perdona de corazón y olvida lo que te hicieron. La
persona verdaderamente grande lo demuestra en el perdón. Sólo el egoísta es
incapaz de perdonar.
9. Sé tolerante. Nunca seas reactivo. Muévete por ti, no
porque te empujan. Tolera a los demás, como toleras y debes tolerar los
momentos difíciles de tu vida.
10. ¿Tú nunca fallas? Recuerda que somos humanos y que
todos podemos fallar.
Nunca pienses que eres Dios. Piensa sólo en servir con
humildad y a todo el que pase a tu lado. Ama, porque amando sentirás la alegría
de estar con Dios.
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